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2.
Actual. nutr ; 24(3): 205-214, Jul-Sept 2023. tab
Artigo em Espanhol | LILACS, ARGMSAL, BINACIS | ID: biblio-1511570

RESUMO

Introducción: El déficit de vitamina D y la diabetes son dos situaciones prevalentes en todas las edades, regiones geográficas y niveles socioeconómicos. La presencia de receptores para 1,25(OH)2D y la existencia de la enzima 1-α-hidroxilasa en la célula beta ­que permite la síntesis del metabolito activo­ sugieren que la vitamina D juega un papel importante en dichas células y que su deficiencia podría ser un factor capaz de acelerar el inicio y la evolución de la enfermedad. Objetivos: Se realizó una revisión del tema vitamina D y Diabetes. A su vez, se analizó el rol de la vitamina D en la insulinorresistencia y en la DM2, así como en la autoinmunidad y la DM1. También se indagó en el estado actual sobre los efectos de la suplementación con vitamina D en la prevención, el control glucémico y la evolución de las complicaciones asociadas a esta enfermedad. Materiales y Métodos: Se realizó una búsqueda bibliográfica utilizando los buscadores PubMed, MEDLINE, Cochrane, Research Gate. Los criterios de búsqueda fueron "vitamin D", "vitamin D and diabetes", "vitamin D and supplementation". Conclusiones: Existe suficiente evidencia acerca de que los niveles séricos de 25(OH)D deberían alcanzar valores entre 30 y 50 ng/ml para influir en las funciones metabólicas. Se enfatiza en la importancia de incluir el dosaje de 25(OH)D en el control clínico de rutina. Teniendo en cuenta la escasa distribución de la vitamina D en los alimentos naturales, el bajo consumo de los alimentos fuente en la población argentina y las recomendaciones actuales de limitar la exposición al sol por el cáncer de piel, emerge como necesario contar con alimentos fortificados de consumo masivo, además de la leche


Introduction: Vitamin D deficiency and diabetes are two prevalent situations in all ages, geographic regions and socioeconomic levels. The presence of receptors for 1,25(OH)2D and the existence of the enzyme 1-α-hydroxylase in the beta cell ­which allows the synthesis of the active metabolite­ suggest that vitamin D plays an important role in these cells and that vitamin deficiency could be a factor that can accelerate the onset and progression of the disease. Objectives: The subject vitamin D and Diabetes was review. The role of vitamin D in insulin resistance and DM2, as well as autoimmunity and DM1, were analyze. We also evaluated the effects of vitamin D supplementation on prevention, glycemic control and evolution of associated complications. Materials and methods: A bibliographic search was carried out using the search engines PubMed, MEDLINE, Cochrane, Research Gate. The search criteria were "vitamin D", "vitamin D and diabetes", "vitamin D and supplementation". Conclusions: There is sufficient evidence that blood levels of 25(OH)D should reach values between 30 and 50 ng/ml to influence metabolic functions. The importance of including 25(OH)D dosage in routine clinical control is emphasized. Taking into account the scarce distribution of vitamin D in natural foods, the low consumption of source foods in the Argentine population and the current recommendations to limit sun exposure due to skin cancer, it emerges as necessary to have fortified foods for mass consumption, in addition to milk


Assuntos
Deficiência de Vitamina D , Diabetes Mellitus , Vitamina D
3.
Actual. nutr ; 22(2): 53-68, abr. 2021.
Artigo em Espanhol | LILACS | ID: biblio-1417228

RESUMO

Introducción: la diabetes mellitus (DM) se ha convertido en un importante problema global de salud pública. Por su parte, el déficit de vitamina D (VD) tiene características de pandemia y sus consecuencias van más allá de su conocido efecto sobre el metabolismo óseo. El descubrimiento de receptores de la vitamina en diversos tejidos despertó un creciente interés en funciones no esqueléticas, varias de las cuales se relacionan con la prevención y evolución de la DM. La 25(OH)D es la principal forma circulante y constituye el marcador más adecuado y el más utilizado para evaluar el estado nutricional de VD, ya que refleja tanto la producción endógena cuanto la ingesta de la vitamina. Objetivos: como Grupo de Trabajo nos propusimos hacer una revisión del tema VD y DM. En esta primera parte analizamos la VD: los aspectos metabólicos, el aporte alimentario y las controversias sobre la definición de los niveles séricos adecuados. Materiales y métodos: se realizó una búsqueda bibliográfica utilizando los buscadores PubMed, MEDLINE, Cochrane, Research Gate. Los criterios de búsqueda fueron "vitamin D", "vitamin D and diabetes", "vitamin D functions, metabolism, sources" "vitamin D toxicity". Se seleccionaron artículos completos relacionados con el tema. El contenido de vitamina D de los alimentos se obtuvo de las bases de datos de composición de alimentos Souci Fachmann Kraut y USDA. Conclusiones: teniendo en cuenta la escasa distribución de la VD en los alimentos naturales, el bajo consumo de los alimentos fuente en la población argentina y las recomendaciones actuales de limitar la exposición al sol por el cáncer de piel, emerge como necesario contar con alimentos fortificados de consumo masivo, además de la leche. Los suplementos nutricionales ofrecen una opción segura para complementar la dieta siempre que se supervisen los niveles séricos. No hay consenso sobre los niveles de referencia para considerar a un individuo deficiente, aunque la mayor parte de los autores coincide en la necesidad de mantener niveles séricos por encima de 30 ng/ml


Introduction: diabetes mellitus (DM) has become a major global public health problem. Vitamin D (VD) deficiency, on the other hand, has pandemic characteristics and its consequences go beyond its known effect on bone metabolism. The discovery of vitamin receptors in various tissues has led to increased interest in non-skeletal functions, many of which are related to the prevention and progression of DM. 25(OH) D is the main circulating form and is the most appropriate and most widely used marker for assessing the nutritional status of VD, since it reflects both endogenous production and intake of the vitamin. Objectives: as a Working Group we proposed to make a review of the topic VD and Diabetes. In this first part we analyzed the VD: metabolic aspects, food intake and controversies about the definition of adequate serum levels. Materials and methods: a bibliographic search was carried out using the PubMed, MEDLINE, Cochrane, Research Gate search engines. The search criteria were "vitamin D", "vitamin D and diabetes", "vitamin D functions, metabolism, sources" "vitamin D toxicity". Complete articles related to the topic were selected. The vitamin D content of foods was obtained from the Souci Fachmann Kraut and USDA food composition data bases. Conclusions: considering the scarce distribution of VD in natural foods, the low consumption of source foods in the Argentine population and the current recommendations to limit sun exposure due to skin cancer, it is necessary to have fortified foods for massive consumption, in addition to milk. Nutritional supplements offer a safe option to supplement the diet as long as serum levels are monitored. There is no consensus on reference levels for considering an individual deficient, although most authors agree on the need to maintain serum levels above 30 ng/m


Assuntos
Humanos , Vitamina D , Deficiência de Vitamina D , Diabetes Mellitus
4.
Actual. nutr ; 18(4): [129]-[142], Diciembre 2017.
Artigo em Espanhol | LILACS | ID: biblio-969987

RESUMO

El Grupo de Trabajo Terapéutica Nutricional en Diabetes Mellitus de la Sociedad Argentina de Nutrición publicó en marzo de 2017 la primera parte de esta revisión en la cual se analizaron las fuentes de fructosa en la alimentación y los aspectos metabólicos básicos. En esta segunda parte se aborda la traducción clínica de los efectos más importantes para la salud. La revisión realizada permite concluir que ingestas superiores a 50 g/día aumentan los triglicéridos postprandiales, efecto no observado con cantidades equivalentes de glucosa. Esto promueve la remodelación de lipoproteínas a un perfil lipídico más aterogénico. La sacarosa y el jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) producen efectos similares a la fructosa sola. Respecto de la enfermedad del hígado graso no alcohólico, para cuyo desarrollo un balance energético positivo es una condición necesaria, la fructosa aumenta los niveles de enzimas de la lipogénesis de novo, uno de los mecanismos responsables de dicha alteración. La actividad lipogénica es mayor con fructosa que con glucosa, pero es aún mayor con el consumo simultáneo de ambos azúcares, como sacarosa o JMAF. También favorece la producción de ácido úrico, un efecto fructosa-específico, y a través de este mecanismo puede producir aumento de la presión arterial en relación dosis dependiente. La presión sistólica sufre mayores aumentos que la diastólica. A diferencia de las enfermedades analizadas previamente, los resultados hallados sobre la relación entre fructosa y obesidad no son concluyentes. Con respecto al desarrollo de diabetes tipo 2 ligado al aumento del consumo de azúcares se ha demostrado que el exceso de fructosa produce desarrollo de insulinorresistencia. Finalmente podemos destacar que no hay necesidad de agregar fructosa o azúcares a la alimentación. Al reducir la ingesta de azúcares al 5% de las calorías totales, como sugiere actualmente la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tolerancia a la glucosa mejora y disminuye la prevalencia de diabetes y los desórdenes metabólicos que la preceden y acompañan.


The Diabetes Mellitus Nutritional Therapy Working Group of the Argentine Society of Nutrition published in March 2017 the first part of this review in which the sources of fructose in the diet and the basic metabolic aspects were analyzed. This second part addresses the most important health effects associated to excess fructose consumption. Intakes higher than 50 g/day increase postprandial triglycerides, leading to lipoproteins remodeling to a more atherogenic lipid profile. Sucrose and HFCS produce similar effects, whose are not observed with equivalent glucose amounts. Fructose may promote non-alcoholic fatty liver disease, for whose development, a positive energy balance is a necessary condition. Fructose increases the activity of de novo lipogenesis enzymes, one of the responsible mechanisms for this alteration. The lipogenic activity is higher with fructose than glucose, but it is even greater with the simultaneous consumption of both sugars, as sucrose or HFCS. Fructose may increases uric acid production, a fructose-specific effect, and through this mechanism, it can increases blood pressure in a dose-dependent relationship; the effect is greater for systolic than diastolic pressure. About the relationship between fructose and obesity, the results found are not conclusive. With regard to the development of type 2 diabetes -linked to increased sugar consumption-, usual fructose intake has demonstrated to produce insulin resistance. Finally, there is no need to add fructose or sugars to the food. Reducing sugars intake to 5% of total calories, as currently suggested by WHO, improves glucose tolerance and decreases the prevalence of diabetes and the metabolic disorders that precede and accompany it.


Assuntos
Humanos , Diabetes Mellitus Tipo 2 , Frutose
5.
Actual. nutr ; 18(1): 26-36, Marzo 2017.
Artigo em Espanhol | LILACS | ID: biblio-968657

RESUMO

La fructosa es un monosacárido presente naturalmente en las frutas y miel. Además, forma parte de la sacarosa y del denominado jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF), que constituyen sus fuentes principales por la presencia en alimentos procesados. La fructosa tiene un metabolismo diferente al de la glucosa, y debido a su independencia de la insulina y a que produce menor modificación de la curva de glucemia, sumado a su elevado poder edulcorante, se la consideró una solución para el paciente diabético. Sin embargo, posteriormente surgieron estudios en los que se expusieron efectos metabólicos adversos, e incluso se la asoció con la epidemia de obesidad. Actualmente hay suficiente evidencia de que el consumo de fructosa produce ciertas acciones metabólicamente desfavorables cuando se la compara con glucosa. Entre estos efectos se señalan: aumento de TG en ayunas y postprandial, mayor producción de ácido úrico, aumento de la presión arterial, resistencia insulínica y mayor capacidad de glicación de proteínas. Es importante considerar que no se hallaron diferencias entre el consumo de sacarosa y de JMAF, lo que es lógico dada su similar composición. Los efectos del consumo de fructosa sobre la salud dependen de la cantidad consumida. Luego de la revisión podemos concluir que un consumo moderado de fructosa, menor a 50 g/día, no tendría efectos deletéreos sobre la salud. En este marco se destaca que el consumo de 1,5 litros de bebidas cola puede aportar entre 88 y 129 g de fructosa. Nuestro grupo de trabajo elaboró una tabla de contenido de fructosa en alimentos con el fin de contar con una herramienta que permita evaluar la presencia de fructosa en la alimentación. Se concluye además que sería recomendable que se declare el contenido de fructosa en el rótulo de los alimentos envasados, lo que facilitaría el manejo nutricional del paciente.


Assuntos
Humanos , Sacarose , Bebidas , Alimentos , Frutose
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